Mi nombre es Jesús Javier Puente y soy programador, administrador de sistemas y DBA, con muchos (demasiados) años de experiencia.
Cuando a finales de Mayo del 2018 tuve que aceptar que el proyecto en que me había embarcado no funcionaba y me encontré sin trabajo, mi primera reacción fue: miedo.
Tengo 51 años, y si bien me había intentado mantener activo y reciclarme en mi carrera profesional, me sabia un dinosaurio. Por mi mente pasaban los artículos donde hablaban de que a partir de los 50, las empresas no miran ni tu curriculum, que directamente al ver tu edad, los desechan.
Pero intenté ser optimista. Según leía en diferentes medios había mucha demanda de talento en el sector de la informática. Yo era un talento, ¿verdad?. Vale, quizás un talento con canas, pero talento al fin y al cabo, ¿ no ?. Mire las redes sociales y parecía que, efectivamente, había cierto movimiento en el mercado, por lo cual me animé y pensé: ‘Tú vales mucho, chaval, seguro que encuentras algo pronto’.
Empecé a mover a antiguos compañeros de trabajo, amigos y contactos. Me apunte a LinkedIn, donde mandé invitaciones a diestro y siniestro. Me suscribí a Infobjobs, a InfoEmpleo y a toda página donde pusieran ofertas de empleo.
Me apuntaba a toda demanda y me hicieron algunas entrevistas. Todas parecían que iban bien, todas las empresas te decían que te llamarían. Nunca me llamaban.
Algunos antiguos contactos respondieron a mi llamada. Una de ellas fue Juan Nieto, que no hacía demasiado había pasado por una situación parecida a la mía. Él, entre otras muchas cosas, es comercial y conoce a media ciudad (igual a más de media ciudad, realmente), por lo que se ofreció a ayudarme en mi búsqueda de empleo. Yo, por supuesto, le dije que sí, cualquier ayuda era bienvenida. Me ayudó a poner mi curriculum más resumido, me insto a que que tuviera más presencia en la red. Por otra parte hablaba de mí a sus contactos, y lo más importante, me daba esperanzas.
LLegó Julio y el parón del verano. Término agosto y en Septiembre la cosa no mejoraba demasiado. ¿ Quizás a las empresas les cuesta salir del letargo vacacional ?, pensaba. Pero llegó Octubre y las empresas seguían dormitando.
Por mi parte, cree mi blog personal, http://www.profesor-p.com, donde empecé a poner artículos explicando programas que desarrollaba. Lo promocione con la esperanza de que fuera el empujón que las empresas necesitaban para contratarme.
Había días en que no sabía si tanto esfuerzo, tantas horas programando, reciclándome, leyendo y escribiendo artículos, haciendo cursos en Internet, servían de algo. Pero tenía claro una cosa: “quedarme quieto no me ayudaría a encontrar trabajo”.
Al final, mis esfuerzos o la suerte, han servido para algo. En noviembre empiezo a trabajar como analista-programador en GFI.
He escrito esta entrada, por si a alguien le sirve de ayuda, para demostrar que siempre hay esperanzas. Como se suele decir: “Si yo puedo. Tu puedes”. También la he escrito para dar las gracias a la gente que me ha apoyado y ha creído en mí, y para recomendar el proyecto de Juan Nieto, https://entretrabajos.com/, que tal vez pueda ayudarte a salir de la apatía, vencer los miedos.
Porque, al fin y al cabo, ¿Qué tienes que perder ?.
Fdo. Jesús Javier Puente
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