He empezado el día con música marchosa y animada, o agitada e inquietante.

Después llevar a mi dulce niña al cole, pero a partir de ahí… frenesí y desenfreno, así que me pregunto como voy a conseguir relajarme un poco para descansar cuando mi mente, cansada pero activa se resiste a parar.

Un buen comienzo es un poco de Boccherini y liberar a chorro lo que me ha pasado:
– limpieza de piso (hostelería y abastecimiento vario)
– visita a Farmacia para ajustar la propuesta de valor de iDispensa, ya he tratado con una farmaceutica pro Internet, había tratado con uno que le gustaba Internet en riojano (osea de los de me gusta Internet. Sí, por los c…) y hoy me ha tocado una encantadora pareja que piensan que Internet forma parte de su futuro (esperemos que no muy lejano).
– encuentro con Blas Osaba y rápido análisis del impacto del Black Friday en el comercio (conclusión, el Black Friday es perfecto para los bares y cafeterías de la calle San Antón que no hacen descuentos y venden más que ningún otro día) con Blas siempre se aprende 😉
– encuentro con los Angeles del Cybercamp
– comida en bareto nuevo salpimentado con camión para conquistar el mundo (si yo tengo la mente calenturienta he encontrado un maño que más que un cachirulo hay que ponerle una refrigeración líquida en la cabeza
– reunión con una de las directoras comerciales más interesantes en todos los aspectos que he conocido en mucho tiempo
– cita anulado con el otro hermano Osaba, del que, siempre se aprende también, pero a veces es más difícil de localizar
– Ramón y su trazabilidad intrazable para un rato
– Vuelta a María esta vez en Aprendisimo, el sitio donde los niños quieren hacer los deberes y te los devuelven más organizados que cuando entran
– Plan para franquiciar un ejército de robots que conquisten el iUniverso
– Ya de vuelta a casa y yo solo se me ha ocurrido una franquicia para franquiciar, franquicias con el franqueo franquiciado
– Solo me ha faltado aconsejar a un consejero del consejo pero bueno, todo se agendará (digitalmente por supuesto).