En nuestro amplio refranero tenemos el dicho de «Nada es verdad o es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira».
A todos nos ha pasado alguna vez que esa superpeli superguay chachiqueteCangasdeOnis nos ha dejado mustios y con mal sabor de boca, y a vosotros chicos, ahora que nadie nos lee, seguro que habéis ido a ver un truño de esos a los que el mantenimiento de la especie y la paz familiar nos obliga a decir «si cariño, vamos a ver esa» y luego te partes de risa (bueno ya sé que no es habitual pero a veces pasa 😉
Yo hoy esperaba a que me diera tiempo a acabar a tiempo los «deberes» de mi programa acelera-T madrugando, tenía las ideas claras, solo tenía que colocarlas en orden (y según el guión) en un par de horitas. Problemas de herramienta (no de la herramienta sino de mi poca práctica) chorradas de cosas que no funcionan… total que a Donosti al gran evento de la industria 4.0 organizado por el SPRI pero con los deberes sin hacer. Hacer el trayecto con mi buen amigo Ábel Yecora ha mejorado cualquier expectativa, porque entre otras cosas se ha enterado de que es líder en transformación digital.
Expectativas frustradas, con lo bonito que es Donosti, con lo cuidado que está todo y la vista por el ventanal, una farola fea, dos furgonetas mal aparcadas y marea baja, mis expectativas que venían muy altas del Auditorio Afredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, han hecho plof cataplof, así que, al final, le he hecho foto a la serigrafía.
Expectativas superadas, alrededor una serie de stands, algunos interesantes y algún otro de ein??? pero en general cosas interesantes incluidos mis amigos de Dimension Data, y cuando por fin entramos por una puertecita, a lo que parecía una sala de conferencias Wow, me ha recordado al auditorio de Paris donde se celebraban las convenciones mundiales de Alcatel (me voy haciendo mayor, todavía ni Lucent). Además nos han avisado que nos teníamos que subir al gallinero porque no había sitio… y una vez en el gallinero, también nos ha costado encontrar sitio.
Según Jorge más de 1500 personas, pero dentro me han parecido más, y a la hora del café me han parecido una auténtica marabunta hambrienta. Sana envidia, pero con tanta gente allí (y viendo alguna de las «motos» que se intentaban vender) sigo pensando que en esta ocasión, si en La Rioja nos ponemos las pilas les podemos pasar por agilidad.
Y que nadie me malinterprete, ha sido un gran evento y me ha dado pena no poderme quedar a toda la jornada, como digo, es solo una cuestión de expectativas. Además aprovecho para volver a agradecerle a Alberto Calvo el que me haya invitado y siento mucho que no nos haya podido acompañar en el viaje.
El llegar a clase agotado, con sueño y con los deberes a medio hacer dejan las expectativas por los suelos, así que, que la gente te escuche, te pregunte y que veas reflejado en sus ojos que lo que dices tiene sentido supera las expectativas y te deja un gran sabor de boca.
Cuando alguien te dice que te va a dar una respuesta en un par de días, uno nunca espera que sean dos, dos son dos, y un par son… un número indeterminado que tiende a infinito y nunca es dos, es igual que cuando le dices a una chica ya te llamaré… (eso dicen siempre en las películas), pero yo la verdad es que si he dicho te llamaré, siempre he llamado, aunque quizás sea que los Juanes, aunque los haya tan distintos como Juan Boronat, Juan Osaba o yo mismo, somos gente especial y si decimos un par de meses igual queremos decir menos de 60 para superar las expectativas.
Espero que vuestras expectativas se hayan visto superadas, o al menos cumplidas, que yo hoy he conducido más (4 horas) de lo que he dormido y mis expectativa era irme a dormir pronto y ya las he superado, pero ya os he dicho que los Juanes somos especiales y para muestra un notturno della strade di Madrid
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