Aun recuerdo cuando en el colegio Menor Nuestra Señora de Loreto, hicimos un intercambio con el Colegio de la base americana de Torrejón, uno de los alumnos americanos estaba tan «urbanizado» que con toda su urbanidad estuvo a punto de tener un problema gordo por intentar masticar las conchas de los mejillones, los huesos de los pollos… porque no sabía lo que eran.
Desde que vivo en La Rioja, pero en especial gracias a los Angeles de Nalda, mis amigas de El colletero, me he dado cuenta de que en la parte agrícola yo me estaba pareciendo al niño yanqui. Para acabar de rematar mi particular vuelta a las raices, Carmen (siempre Carmen) y su empeño por tener un huerto, me han hecho apreciar mucho más los tiempos, los ritmos y el esfuerzo.
Así que de la sabiduría popular y el refranero, como de casi todo en la vida, se pueden ver al menos dos caras de la moneda.
Quien siembra recoge
La parte más obvia y aquí algunos ejemplos de hoy:
- Un farmacéutico con poco tiempo, al que he abordado con respeto de su tiempo y de su opinión contraria al proyecto que estoy intentando, ha dado como fruto un elemento importante que añadir a nuestra propuesta de valor en iDispensa
- El respeto y ayuda mutua a Mario Ezquerro desde la primera Riojaparty me ha dado la oportunidad de colaborar en GDG La Rioja
- Aunque está siendo un proceso de maduración rápido, quien siembra confianza recoge confianza y ahí estamos con SIforTIC
Quien siembra vientos recoge tempestades
#ynodigomas
Y antes de que Jose Luis me recrimine la falta de video , aunque la calidad de imagen es horrible, os recomiendo ver este
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