Hoy tengo un día muy interesante por delante gracias a la Escuela de Negocios del Vino que promueve el Club de Marketing de La Rioja y que he conocido gracias al siempre bien afilado Eladio Araiz que organizan el
XI International Wine Forum 2016
Pero los sueños de está noche se han cocinado con los ingredientes de un domingo maravilloso que me trae a la cabeza esta deliciosa canción de Contaminame (que yo escuche por primera vez junto a Arde Paris, pero que luego descubrí en su mejor versión en Pedro Guerra).
Todos estos circunloquios son para no decir directamente que ayer estuve cocinando para unos amigos veganos, cuando lo he dicho en redes sociales se ha producido una cierta coña, ya sea con retranca gallega o con escepticismo vasco a aque alguien pueda ser vegano.
Hace dos años o tres años, yo fui parte de la coña marinera cuando en un evento llamado Chuletón Party mi amigo Juanjo confesó con cierto rubor que el y su mujer eran veganos. Según han avanzado las ediciones de la chuletón party, hemos bajado las coñas y él, su rubor.
Como yo quiero sacar el máximo partido a la sociedad gastronómica La Trastienda y disfrutar y hacer disfrutar a mis amigos compartiendo fogones y mesa, me plantee el reto de invitar a Juanjo y su familia, pero sin que tuvieran que mostrar ningún rubor y por supuesto que se sintieran como en su casa, comiendo bien.
Cuando me lo plantee solo veía restricciones y problemas, y me estaba costando encontrar el qué y el como, así que decidí añadir a Alejandro, otro vegano al convite para meterme un poco de presión de la buena, comida vegana y que los invitados que no los son ni lo notaran.
Basto con comprar un libro, leer en diagonal la introducción, mirar dos o tres recetas, cerrarlo y… a cocinar. Y a gozar.
Pero ¿Esto que tiene que ver con entretrabajos? Pues tiene que ver con:
- respetar las diferencias
- no solo hay que «respetar» o aguantar al diferente, ponte en su piel y prueba (pero a veces tenemos miedo porque igual nos gusta y nos volvemos «raros» (NO he dicho diferente he dicho raro))
- lo que ves como «restricciones» si abres un libro (o mejor aun tu mente), dejan de serlo en cuanto descubres que hay otra leche, la de soja, hay otras proteinas…
- la zona de confort puede ser tan amplia como decidas
Si quieres ver el reportaje fotográfico completo lo tienes en juannieto.org
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