Cuarto día de Juan Nieto entre trabajos.
Parece que me está costando organizarme para levantarme antes de las 6 de la mañana, y entre que me pongo bien, hago mi tabla de ejercicios 5BX y estate quieto, al final he salido apurado para mi cita previa en la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPES).
De la cita me sorprendió la precisión de que fuera a las 9:12, así que he salido con el desayuno pegado y además, el bueno de Iñigo Fdez. de Pierola me ha hecho sacar la cabeza del móvil, en solo dos minutos me ha dado un montón de buenos consejos, gracias a estar a caballo entre las TIC y la psicología en su proyecto de NeuronUP y dirigir/participar en la mejor empresa de selección de La Rioja, psico360
Gracias a la concisión de Iñigo, he conseguido llegar a las puertas del SEPES, con un minuto de adelanto, con cara de despiste para ver donde se cogían los números, pero gracias a las amables explicaciones de uno de los esperantes, me he localizado en la lista de cita previa y tenía el B07, y me han dado paso a las 9:13 (para que luego digan que estos servicios funcionan mal, en mi caso me están sorprendiendo gratamente 😉
MMMMMM-campana de error La amable funcionaria me ha explicado que
si hay días de vacaciones pendientes no se puede tramitar la solicitud de prestación
, y aunque en mi afán ejecutivo me he estresado un poco, me lo ha explicado tres veces, hasta que he entendido que soy un listillo, que me tenía que haber enterado mejor y que hasta el día 24 no tengo nada que hacer.
Por si fuera poco, hay una anomalía en mi contratación, que si no gestiono adecuadamente me puede hacer perder 2 meses de prestación, así que una llamada a mis compañeras (perdón excompañeras) de Recursos Humanos que muy amablemente ya me lo han dejado en vías de solución.
Siguiente paso intentar amortizar en algo mis cuotas de afiliado a CC.OO. (tantos años pagando, con un breve parentesis tras mi cabreo por la tibieza tras las tarjetas black, que algo tendré que utilizar sus servicios). El único objetivo de mi visita//llamada es que alguién con conocimiento claro y suficiente me ayude a revisar que el finiquito esté correcto, no porque desconfíe, sino porque no tengo los conocimientos para asegurarlo y un error lo tiene cualquiera.
Aunque haya sido por teléfono, ahí he aprendido la segunda lección del día,
nunca firmes el finiquito
, o fírmalo como no conforme, porque hay jueces que entienden que lo has aceptado y hace mucho más difícil en caso de reclamación.
Por último solo me queda decir que estoy abrumado por las muestras de afecto, cariño, atención que estoy teniendo y tengo un cierto miedo de que se me escape agradecer alguna de ellas, estoy haciendo todo lo que puedo, pero por si acaso…
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