Vacaciones, que bien, a descansar, a relajarnos…

Autobús al aeropuerto desde Alcalá de Henares, corre, corre que no llegamos. Maletas, bolso de mano, pasaporte, todo listo, corre, corre que si perdemos el bus no cogemos el avión. La puerta, la manos cargadas, como la abro, donde está la llave, m… Ah no que viene un vecino y la abre!!!

Será.. pues no ha entrado y casi me cierra la puerta en las narices, puffffffff ahí viene el autobús, a correr, he llegado, bien!!! Donde tengo el dinero, a ver, aquí, no, estará aquí, vale, vale en la cartera.

Saco el billete, y el «amable» conductor me señala un «amable» cartel que dice que el conductor no da cambio… «Bájese y busque cambio»

Pero será…!!!!

Carmen – «Por favor tengo que coger un avión»

Amable conductor – «Señora si no tiene cambio bajese que tengo que seguir el viaje»

Carmen – «Por favor tengo que coger un avión, ¿alguien me puede dejar un euro?»

Señora bien – me mira como diciendo «Pero como se puede ir así por la vida»

Pasajeros, jóvenes y mayores división de opiniones unos me miran con cara de fastidio que llegan tarde y otros no me miran.

Carmen – «Por favor ¿alguien me puede dejar un euro?»

Amable conductor – «Señora tenemos que seguir»

Del fondo se levanta una chica inmigrante y con un fuerte acento del este dice

«Tome aquí tiene el dinero»

Carmen – «Muchas gracias, toma el billete por favor»

La chica con una sonrisa, que iluminaba su aspecto no precisamente glamouroso – «No hace falta, basta con que la próxima vez que alguien lo necesite tu hagas lo mismo».

Ayer, en la parada de autobús del centro comercial Berceo, un señor de una cierta edad con un billete de 20 euros, y el amable conductor lo siento no tengo cambios. No pude hacer otra cosa.

«No se preocupe que ya le pago yo el billete»

El buen señor me explico que se le había estropeado el coche, que nunca, cogía el autobús… y le conté (aunque mucho más resumida esta historia y le expliqué

«Basta, con que la próxima vez que alguien lo necesite tu hagas lo mismo.»